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¡Hago chas y aparezco a tu lado!

El amor existe ¡Hago chas y aparezco a tu lado!

Magia, estrellas, energía, AMOR…sí, siempre el amor como el motor de la vida, el amor está en el aire, el amor lo mueve todo, siempre es la mejor opción y la única respuesta.

Acomódate en tu butaca de espectador…¡preparados, listos, ya!…¡qué empiece la magia!

¡Hago chas y aparezco a tu lado!

Soy de esa generación que creció y vibró con el pop español de los 80, entre otros… Pues bien, te sigo contando, esta mañana me sorprendo a mí misma tarareando espontáneamente el estribillo de uno de esos temas ochenteros ”cuándo crees que me ves cruzar la pared… nananana”. ¡Ya estoy escribiendo otro post!… me pregunto ¿qué ilustración me gustaría para apoyar el sentimiento de estas líneas?

Pienso… no me inspiro…¡qué raro!. Miro de lado y me río yo sola, mis ojos se posan sobre una de mis colchonetas, ¿adivinas..? Sí, la compré hace unos meses por internet, me encapriché de una colchoneta con fondo de estrellas y la encontré…jajaja ¡qué risa!…¡quién me iba a decir que además de para conectar con mi cuerpo cada día la utilizaría como inspiración para escribir!

Móvil en mano la inmortalizo ¡me encanta!, ¡gracias, universo, siempre me ayudas y me inspiras!

Creo y Confío

Volviendo a la  canción de Alex y Cristina, seguro que algunos de vosotros, los de mi generación sobre todo, los recordáis….tendría yo unos 16 por entonces… juventud, sueños, magia, primeros amores… ¿te puedes creer que vivo el amor AHORA como si tuviera esa edad? Así soy, afortunadamente, las mismas ganas con el doble de experiencia… ¡ecuación perfecta! Te cuento mi secreto; CREO y CONFÍO, hasta la médula en el amor. Pongo entusiasmo y cariño en todo lo que pienso, digo y hago desde que me levanto hasta que me acuesto. Ya se que estarás pensando, ”menuda trabajera”. No te lo voy a negar pero entre freírme los sesos con negatividad y mensajes autosaboteadores, y tomarme el tiempo en domesticar mi mente, créeme que elijo la segunda opción sin pestañear.

Centrémonos ahora en eso que conocemos como amor romántico, amor de pareja, ese amor que se desvanece en un tris si no somos capaces de humanizar. Ese amor que para crecer, evolucionar y perdurar en el tiempo necesita de grandes dosis de cuidados a diario, cariño, comprensión y respeto… y, aunque este muy manida la expresión, todo empieza por uno mismo, ¡qué verdad más verdadera!.

Me jacto de ser una gran amante del amor Siempre creí en él pero no ciegamente sino con los ojos bien abiertos. Desde que abrí bien los ojos y me “desperté”, pude ver con nitidez la verdad del otro, que también es la mía, cuánto más me abracé más y mejor pude abrazar, cuánto más me quise más fui capaz de querer, con un amor de calidad. Recuerdo perfectamente el momento en que decidí ponerme manos a la obra y cultivar activamente

¡Maravilloso momento que me trajo un antes y un después!

En mí todas las cualidades que quería ver en mi pareja ¡que espejo para mirarme tan certero! ¡Maravilloso momento que me trajo un antes y un después!

Ahí cesaron las exigencias para conmigo misma y por consiguiente cesaron también las exigencias proyectadas en el ser amado. Desde la abundancia reparto y comparto con amor del bueno, desinteresado, por el mero gusto de dar, sin estar con el contador preparado para ver cuánto doy y cuánto me devuelven desde  la necesidad y la carencia. Desde el AMOR PROPIO crecí hacia el AMOR SANO. Ese AMOR con mayúsculas verdadero y profundo, manteniendo viva la premisa “si yo soy así imperfectamente perfecta, me muestro desnuda de alma y corazón, ¿será que pueda, por fin, atraer y abrazar el auténtico amor?

El amor existe

Y llegó… y nos reconocimos… fácil, como es el amor, cuándo de verdad es AMOR, mágico. En secreto te diré que tuve muchas “señales del universo”, esas que están a nuestro alrededor continuamente y nuestro libre albedrío decide si atender o ahogar. Mi intuición iba dejándome “miguitas de pan” como a Pulgarcito…Hasta que una noche de abril nos encontramos… nuestras almas se reconocieron al instante, mi cuerpo vibraba de la cabeza a los pies ¡chas, apareció a mi lado!

Con la incertidumbre de no saber si volveríamos a vernos pero con el inmenso agradecimiento a la vida de haberme  dado la oportunidad de constatar que yo estaba en lo cierto ¡EL AMOR EXISTE!.. Y la vida dijo “SI”… y “somos  felices y comemos perdices”. ¿Sabes cuál es el secreto?…Cada día construimos nuestro palacio de sueños y estrellas con los ojos bien abiertos para no dormirnos, corazón con corazón, mano con mano, volamos alto, manteniendo nuestra esencia individual y creando nuestro jardín del edén a nuestra medida cada día.

 Y colorín colorado, este cuento que es realidad, continúa con capítulos nuevos cada día. Espero lo hayas disfrutado y te animes a construir tu propia historia con los ojos bien abiertos. BESOS ?