Ese oscuro objeto de deseo
Esa es la mayor de las CERTEZAS…esa que contiene todas las INCERTIDUMBRES, ese paso a veces firme, a veces tembloroso hacia lo desconocido que nos atrae y a la vez nos aterra… ¿seré capaz..? ¿será cierto o estaré equivocado..? ¿estaré yo a la altura como el o ella han demostrado que lo están o es que ellos juegan con ventaja por esto, por lo otro o por vete tú a saber que…?
Ese oscuro objeto de deseo
Ahí es donde pasamos de 0 a 100 o de 100 a 0… En el primero de los casos saltamos en el mar inmenso de nuestras CAPACIDADES, en el segundo suscitamos esa EMOCIÓN que sale de nuestros INSTINTOS más PRIMARIOS, sembrando ese sentimiento de INCAPACIDAD o insuficiencia, deseando lo que otros son o tienen, comienza a fermentar eso que conocemos como ENVIDIA.
Esa emoción muy denostada, tomada como algo peyorativo o negativo… Ese ERROR DE PERCEPCIÓN codiciando el bien ajeno nos muestra nuestro lado más oscuro..¡que no cunda el pánico..! Como siempre digo, si elegimos verle el lado bueno, despertará en nosotros esas ganas de crecer y CREER en nosotros mismos, arremangarnos y avanzar con VALENTÍA hacia nuestro propio PROGRESO.
Como te veo es fiel reflejo de como me veo
Si añadimos una pizca de HUMILDAD y otra pizca de ADMIRACIÓN Y RECONOCIMIENTO a nuestro objeto o sujeto de deseo el resultado es más que fructífero. El corazón se ensancha, aplaudimos de manera genuina los LOGROS AJENOS y aceleramos en un tris nuestro camino hacia LOS LOGROS PROPIOS… No se si sería mejor decir propios o colectivos… pues a decir verdad, todo forma parte del colectivo, como te veo es fiel reflejo de como me veo.
¡SÍ, somos capaces, claro que somos capaces de dar este paso de gigante! Capaces de ver la ENVIDIA desde un prisma más que constructivo… todo depende de las gafas que estemos dispuestos a ponernos… las de lejos o las de cerca…
Volvamos a eso que nos remueve en primera instancia al sentir ese ronroneo de tripas, aunque sea un solo instante, al reconocer nuestra supuesta pequeñez frente a la supuesta magnificencia del objeto de nuestra envidia, esa es la que tenemos etiquetada como ENVIDIA SANA. A menor AUTOVALORACIÓN más avanza la envidia hacia eso que conocemos como ENVIDIA INSANA, esa que se afila los colmillos delante del espejo para no dejar títere con cabeza y que se siente muy satisfecha y supuestamente empática al contemplar las DESGRACIAS AJENAS.
Yo también puedo
Para un segundo y se consciente de lo que estás sintiendo con consciencia y sin censuras… Ahora con mucho AMOR PROPIO y sin culpabilidad, dale la vuelta a tu canoa y rema hacia aguas más transparentes y tranquilas. Alíviate, siendo capaz de reconocer y decirte a boca llena y decirle al otro ¡qué bien lo haces! Me INSPIRAS a trabajarlo en mí y ponerme a prueba, saber que YO TAMBIÉN PUEDO.
El ingrediente fundamental para sentirse MOTIVADO desde dentro a desarrollar la fuerza suficiente para proseguir en nuestro empeño hasta llegar a la META, siempre proviene de la competición con nosotros mismos, esas ganas que emanan desde las propias entrañas que nos impulsan a movernos, dejando de lado las voces internas que nos autoenvenenan para establecer la comparativa con los demás. Esas voces que lejos de sumar avance, suman retroceso en forma de FRUSTRACIÓN.
Apoyarnos en nuestras mejores cualidades
Apoyarnos en nuestras mejores CUALIDADES es una de las mejores bazas… Conocernos a fondo es la base. Construyamos desde la base y dejemos que nuestros mejores dones nos colmen de VALENTÍA Y AUTODETERMINACIÓN. Dejemos de ENVIDIAR y dejemos de SUFRIR. Esquivemos los dardos envenenados del envidioso.
Recuerda que en lo que enfocas tu atención y tu energía crece. Mantén tu linterna firme alumbrando hacia ti mismo. Todo es un reflejo, todo es una proyección, por exceso o por defecto, en una polaridad o en otra… pero siempre está hablando de nuestra propia historia. Si te afecta algo hay para ti…
Como ME VES… TE VES ?